A nuestros líderes

Por Héctor Cortés

Quiero hacer un reconocimiento en la Semana del Líder y Grupos Comunitarios  y en el 14to Aniversario de la Ley 1 de 2001 a todos los líderes y grupos comunitarios que desde 1997 hasta el presente (2015) han trabajado y trabajan a mi lado en busca de mejorar la calidad de vida de nuestras comunidades en Puerto Rico.   También quiero reconocer el excelente equipo de la Oficina de Comunidades Especiales que cuentan con la teoría y la práctica en desarrollo comunitario. Puedo dar fe porque muchos de los miembros de ese equipo colaboramos en los orígenes de la Oficina de la Comunidades Especiales.

Van un poco más 20 años que llevo laborando con el tema del desarrollo comunitario. En la Escuela Graduada de Planificación la gran mayoría de los trabajos de clase los desarrollé en esa línea. Mi  tema de tesis  fue el redesarrollo de dos comunidades: La Parada 27 y Las Monjas. En la presentación de tesis en 1998  allí estuvieron acompañándome  líderes comunitarios de estas dos comunidades.  Entre mis recomendaciones  de tesis estaba crear una Corporación Sin Fines de Lucro que trabajara por mejorar la calidad de vida de la comunidades adyacentes al  Caño Martin Peña, organizar y mantener la unidad de la ocho comunidades del Caño que se había logrado hasta ese momento y cuando ese cuerpo de agua fuera restaurado para el disfrute de todos los Puertorriqueños (as) y visitantes del mundo se ampliaría el Paseo Lineal hasta la Península de Cantera.

Pero es en el 1996, cuando trabajaba para la firma de Estudio Técnico, Inc., cuando por primera vez veo el primer estudio socioeconómico de las Comunidades Especiales de San Juan y trabajo identificando los bolsillos de pobreza que se quedaron fuera del estudio o que aprecian en el estudio y que habían desaparecido.

En el 1997, Vannessa Piñeiro, Michelle Sugden, Kathleen Rodríguez y este servidor que les escribe fueron los primeros en ser reclutados para trabajar en la Oficina de Comunidades Especiales del Municipio de San Juan.  Trabajamos intensamente con líderes y grupos comunitarios de San Juan.  Tantas experiencias hermosas, que siempre cuando nos  encontramos las recordamos.  

Para mí es un honor haber puesto un granito de arena en los orígenes de la Oficina de las Comunidades Especiales de Puerto Rico y que hoy podamos celebrar  la Semana del Líder y Grupos Comunitarios  y el 14to Aniversario de la Ley 1 de 2001. Gracias líderes y grupos comunitarios ustedes son los que han hecho posible que hoy pueda hablar de desarrollo económico comunitario y que juntos podamos soñar en una economía solidaria para lograr la nueva prosperidad de nuestra nación.

¿Interesados en la Economía Solidaria? 5 libros que recomiendo.

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Por Héctor Cortés.

Para empezar el año inspirados y con buenas ideas, he recopilado 5 libros para compartirlos contigo.  Son lecturas que le brindaran a la persona interesada en el tema, elementos teóricos y prácticos que les permiten obtener una visión amplia de la economía solidaria.

La recopilación contiene el título del libro, el compilador, el autor, la editorial, el año y la descripción del contenido del libro. El propósito de esta información es por si deseas conseguir  alguno de los libros se te facilite la búsqueda.  A continuación mis recomendaciones sobre economía solidaria:

1.     Título: Finanzas y Economía Social. Modalidades en el manejo de los recursos solidarios.

Compiladores: Alberto Federico Sabate, Ruth Muñoz, Sabina Ozomek

Autores: Carlos Ballesteros, Leonardo Bleger, Inmaculada Buendía Martínez, Cinzia Cimini, Klaus P. Fischer, Claudio González Vega, Carlos Heller, Benoit Levésque, Marguerite Mendell, Richard L. Meyer, Alessandro Messina, Sergio Navajas, Marguerite S. Robinson, Jorge Rodríguez Meza, Ralph Rouzier, Mark Schreiner, Paulo Singer, Joseph E. Stiglitz, Benoit Tremblay, Muhammad Yunus

Editorial: Altamira

Año: 2005

Descripción: Las instituciones y organizaciones de la economía popular registran en los últimos años un importante crecimiento. No obstante, es imposible imaginar su afianzamiento como una economía social alternativa a la economía del capital sin la posibilidad de acceso a los servicios financieros.

Esta obra es una compilación de textos que ilustran los debates sobre las distintas modalidades de captación y aplicación de los recursos financieros, los desarrollos teóricos y las experiencias más relevantes, sus metodologías, los actores involucrados, los mecanismos de regulaciones existentes y recomendables, entre otros aspectos relevantes.

Desde una perspectiva teórica, es posible pensar en un nuevo campo disciplinario que contemple la generación de servicios financieros alternativos y solidarios. Es un campo reciente y heterogéneo, en el que se mueven e intentan articularse diversas formas organizativas e institucionales, vinculadas tanto a la democratización del sistema financiero como a la búsqueda de nuevos segmentos del mercado. Esto es, un campo cuya arquitectura debe ser captada, construida y configurada para hacer posible su consolidación.

2.     Título: De la Economía Popular a la Economía de Solidaridad. Itinerario de una búsqueda estratégica y metodológica para otro mundo posible.

Coordinador: Félix Cadena Barquín

Autores: Laura Collin H., Juan Gerardo Domínguez, José Luis Gutiérrez Lozano, Luis López Llera, Ma. Eugenia Santana E., Alfonso Vietmeier

Editorial: Nueva Visión México

Año: 2005

Descripción: Diversas reacciones han surgido en México, frente a los efectos depredadores de la actual fase neoliberal del proceso de Globalización: incremento de la migración, de la economía informal; la emergencia del EZLN, las propuestas de un proyecto de nación con equidad, formulación por universitarios, políticos y líderes sociales, entre otros.

Recuperando una tradición milenaria que busca ubicar la actividad económica al servicio de las necesidades y anhelos legítimos de los diversos sectores de la población, la Economía de Solidaridad ha realizado relevantes avances para concebirse más incluyente y más ambiciosa. Más incluyente porque considera y convoca a actuar organizadamente a lo largo de todo el proceso económico, desde el acceso a los medios de producción hasta el consumo y el tratamiento deshechos, pasando por la producción,  el intercambio y la distribución. Se abre así la oportunidad de que todos podamos participar, aun como consumidores.

Es más ambiciosa porque esa posibilidad de amplia participación, si se logra hacer con base en  organizaciones críticas, capaces y autogestivas, que sean auténticos sujetos colectivos, permitirá, con base en el capital social generando, impulsar el cambio radical en la economía y por ende en el conjunto de las relaciones sociales en las cuales prevalecerá el factor “C”  de cooperación en vez de la competencia excluyente.

Conforme a esta concepción, la economía de la solidaridad no es solo la economía “de” o “para” los pobres. No se limita tampoco a ser la economía del sector social, ya que busca una transformación global, superando las actuales estrategias de resistencia por estrategias de emancipación.

En un mundo con altos niveles de alienación, en los que prevalecen la subordinación y el abuso, se carecen aún de muchos de los instrumentos y procedimientos para hacer realidad esa concepción.  El presente libro producto de la Investigación “Estrategias de Creación de Empleo Digno y Sustentable”, apoyado por CONACyT y el Gobierno del Estado de Tlaxcala, muestra avances de esta búsqueda en nuestro país, a la vez que convoca a sumarse a ellos.

3.     Título: Vivir Solidariamente. Es posible día a día.

Autores: Ignasi Carreras y Marita Osés

Editorial: Planeta

Año: 2002

Descripción: ¿Cuántas veces has sentido que este mundo no acaba de ir bien? ¿Cuantas otras has pensado qué podrías hacer tú para mejorar las cosas? ¿Cuántas más los has dejado correr porque tu aportación personal te parece ridícula frente a la magnitud y complejidad de los problemas?

Vivir solidariamente presenta una gama muy amplia de posibilidades de aportar tu grano de arena, partiendo de tu círculo más personal hasta el más universal, no desde la teoría sino desde la experiencia concreta de personas reales que ya han embarcado en la aventura solidaria y han descubierto que no es una actividad aislada sino una forma de entender la vida.

Como miembros de una familia, como ciudadanos, como consumidores, podemos tomar decisiones cotidianas que redunden en beneficio de una o de millones de personas. Como donantes o socios de ONG, podemos compartir parte de nuestro dinero, participar en sus actuaciones y apoyar sus campañas para transformar la globalización.

Como voluntarios de dichas organizaciones, podemos entregar nuestra vida, nuestro tiempo, nuestra persona. Todos podemos vivir la ecología en clave de la solidaridad, no sólo como deber, sino como una opción en defensa de la vida y del derecho de todos los seres – humanos o no – a convivir con nosotros en este planeta en las mejores condiciones posible. La galería de personajes que recorren el libro desde la primera hasta la última página nos demuestran con sus vida que es posible, con nuestras acciones del día a día, <<globalizar>> la solidaridad.

4.     Título: Organizaciones Solidarias. Gestión e Innovación en el Tercer sector

Autores: Federico Tobar, Carlos Fernández Pardo

Editorial: Lugar

Año: 2001

Descripción: Cuando las organizaciones cambian, se puede esperar que la sociedad en su conjunto lo haga. Nuestras organizaciones están comenzando a incorporar modelos de gestión más participativos y solidarios. Lo está haciendo el sector público (en especial a nivel local) y algunas empresas privadas. Pero quienes más avanzan en esta cruzada innovadora son las organizaciones del Tercer Sector.

Se trata de un incipiente conjunto de instituciones en las que resulta tan importante qué se hace, cómo se lo hace y con quién se hacen las cosas. Instituciones que generan y aprovechan externalidades positivas. En síntesis, que canalizan una enorme energía social que libera la sociedad.

En lugar de postular que las herramientas de gestión de las empresas lucrativas pueden aplicarse en las fines de lucro este trabajo sostiene que modelos apropiados de gestión social puede ser desarrollados por el Tercer Sector y contagiar su lógica a las organizaciones del mercado y del Estado.

El libro examina los desafíos en la gestión de instituciones que asumen fines sociales deteniéndose en los aspectos de la innovación que en ellas se registran. Propone conceptos y herramientas para el análisis y la gestión de las organizaciones del Tercer Sector.

5.     Título: Las Empresas de la Economía Solidaria en Iberoamérica

Autor: Carlos Julio Pineda Suarez

Editorial: Mc Graw Hill

Año: 1999

Descripción: El sector de la economía social, solidarias o de empresas asociativas, también denominado tercer sector de la economía, está conformado por multiplicidad de organizaciones y empresas (cooperativas, fondos de empleados, mutuales, fundaciones, asociaciones y organizaciones no gubernamentales) dedicadas a la producción de bienes o a la prestación de servicios a sus miembros, a sus familias y a la comunidad en general,  representan do en su globalidad el movimiento socioeconómico más grande del mundo. (700 mil organizaciones y empresas operan en la mayoría de países, todos los continentes, con cerca de 800 millones de asociados que atienden a un tercio de la población del mundo).

Esta obra ofrece un amplio panorama de la economía solidaria que incluye un marco conceptual, filosófico y doctrinario, los fundamentos de la ciencia administrativa aplicables a su gestión, la determinación y la evolución de sus estructuras organizacionales y los procesos gerenciales de vanguardia que las organizaciones deben adoptar para ganar competitividad y eficiencia en una economía abierta y globalizada. Se hace énfasis en la necesidad de incorporar procesos de actualización y modernización de sus estructuras y capacitación y tecnificación del personal directivo y operativo.

De manera secuencial, didáctica, ordenada y ágil este libro brinda al estudiante, al profesor, al empresario asociativo, al investigador, al asesor o a la persona interesada en el tema, elementos teóricos y prácticos que le permiten obtener una visión amplia de este importante sector de la economía de cualquier país.

El Factor C

Por Héctor Cortés

En los treinta minutos de trotador del Gimnasio Municipal de Bayamón “Miguel J. Frau” pensaba, ¿Qué escribo hoy sábado para el Blog del lunes?  Me dan los buenos días dos compañeros de gimnasio, padre e hijo quienes frecuentan el gimnasio a la misma hora que yo y he podido ver como se apoyan en su entrenamiento. Me impregno de un deseo  de poder algún día llegar con Seba y Diego al gimnasio a entrenar junto y compartir el “No pain no gain”. Me animo, subo el nivel  y corro con más entusiasmo por que  quiero llegar a ver esos días.  Después de oxigenar mi cuerpo y mi mente decido que voy hablar del factor C.

El factor C definido por el Dr. Luis Razeto comprende muchas palabras que comienzan con la letra C: Colaborar, Cooperar, Coordinar, Compartir, Comunicar, cultura, Comunidad, Comunión, Concertar, Conspirar, Compresión, Compromiso,  Credibilidad, Compasión que tienen un impacto directo en el ambiente interno y externo de las empresas.  Yo lo he visto manifestado en otros escritos de diversos sectores.  El factor C es el capital social del tercer sector, son los principios y valores de la declaración de propósito en la planificación estratégica, es el co-manejo en el manejo de los recursos naturales y ambientales,  es la responsabilidad social en las empresas y es el Ágape  (el amor universal, entendido como amor a la verdad y  a la humanidad) de los filósofos.

El factor C está intrínsecamente atado a  los demás  factores empresariales (Dr. Luis Razeto/2015) – trabajo, medios materiales, gestión, tecnología, financiamiento, – que se encuentran en todas las empresas.  La suma de todos estos factores está presentes en mayor o menor grado en todos los productos o servicios que produce una empresa.  

El factor C, cuando es implementado en los otros factores empresariales es adrenalina para la productividad de la empresa y mejora  la calidad de los productos. Es un factor que da tanto a los otros factores y recibe muchas veces muy poco.  Es importante que los otros factores empresariales contribuyan al factor C para que se propicien nuevos desarrollos, investigaciones, innovaciones, espacios de colaboración, inteligencia, emprendimientos, productos y servicios en la empresa.

Podemos ver más claramente la interacción de los factores usando como ejemplo la construcción de una mesa. Veamos, el factor gestión (Decidir) es la dirección, la planificación, la administración, la gerencia,  son los que deciden que producirá - en este ejemplo una mesa -, que tecnología se implementara, que medios materiales se utilizará, como o quien  financiará, que mano de obra seleccionara y que valores o cultura (factor C) se promoverá en la empresa. El factor tecnología (Saber) se vincula al conocimiento para a ser el producto son los que desarrollan el diseño, el plano, la instrucciones de la mesa. El factor medios materiales (tener) se relaciona con la materia prima y la maquinaria son los que provén, la madera, los tornillos, el taladro para que se construcción de la mesa.  El factor financiamiento (Creer) se trata  de cómo o con quien conseguimos el dinero para producir la mesas. El factor trabajo (hacer) se relaciona con la mano de obra, serían los que ensamblan o construyen la mesa. El Factor C (Unir, Amar) son los principios y valores que crean la cultura organizacional, que fortalecen las acciones y decisiones que se toman la empresa, es el que potencia los otros factores, guía las relaciones con los diversos grupos con los que se interactúa al hacer negocios; clientes, suplidores, trabajadores (as) y la comunidad, hace que un producto o servicio se produzca y hasta que sea exitoso aun cuando uno de los otros factores no se articule bien. El Factor C lo encontramos en las terminaciones de la mesa, en los detalles y la calidad de la misma, que la convierte en un objeto único y trasformador.  

Vitrina Solidaria cuyos cimientos son los principios y valores de la economía solidaria trabaja con los empresarios para fortalecer su factor C en los factores empresariales y potenciar el que los factores reinviertan en el factor C para el éxito, sustentabilidad y solidaridad de sus microempresas.

Principales Activos de Puerto Rico

Por Héctor Cortés

En una mesa de la recepción de la Biblioteca San Juan Community Library escribo estos párrafos. Espero con Vannessa a Seba y a Diego, a que tomen sus clases de arte. Sus maestras Cuca y Tuti (las hermanas Torrech) son excepcionales  y acaban de comenzar un emprendimiento cultural lleno de amor y de mucha experiencia,  en tan hermoso y acogedor lugar.

Apostamos a este emprendimiento por que encontramos que crea una experiencia transformadora y única para las vidas de los niños y niñas que participan de los talleres. Una vocación que las hermanas tramiten en sus conversaciones, enseñanzas y acciones.

Hoy hablaré de la importancia reconocer los principales activos de Puerto Rico. Mencionaré aquellos que me relaciones todos los días por una razón otra. Comenzaré con el más importante, el capital humano preparado, una sociedad civil solidaria, una localización geográfica estratégica, un clima tropical todo el año, auténtica y diversa riqueza cultural, una belleza natural y escénica en distancian cortas, un renacer de emprendimientos comunitarios, instituciones educativas acreditadas y de calidad mundial, una red vial que conecta a toda la isla, un sistema financiero privado con y sin fines de lucro seguro. Estos son algunos de los activos que me vienen a la mente.

Luego de mencionar algunos activos,  la pregunta que me hago: ¿Cómo puede Puerto Rico potenciar sus principales activos para lograr la mirada del mundo?  Pero antes Puerto Rico debe contestar tres preguntas. ¿Qué hacemos? ¿Cómo lo hacemos? Y ¿Para quién lo hacemos?

¿Qué hacemos? Debe ser contestada en término  de valores o beneficios o necesidades psicológicas que se atienden cuando los clientes locales o internacionales obtienen de los productos de la isla y no en términos de los productos o servicios que ofreceremos al mundo.  ¿Cómo lo hacemos? La respuesta a esta pregunta debe incluir los productos o servicios y la manera en que lo hacemos llegar al mundo. ¿Para quién lo hacemos?  Hay que enfocarse  en los planes de mercadeo y definir las características demográficas de las clientelas a quien se dirigen los productos  o servicios.  Pero, ¿Para qué debemos contestarnos esas tres preguntas?

Sin un proyecto claro de país, Puerto Rico tendrá dificultades para desarrollar sus activos. La Sociedad Puertorriqueña de Planificación está proponiendo que como país adoptemos la siguiente visión producto de la diversidad: Puerto Rico es un país sostenible, próspero, justo, democrático, solidario y feliz.

Yo estoy apostando a la economía solidaria como estrategia para hacer realidad esa visión y lograr un desarrollo socioeconómico sostenible y solidario. La economía solidaria apalancará nuestros activos para generar nuevas oportunidades y encadenamientos.

Puerto Rico necesita fortalecer la economía solidaria para crear una red de emprendimientos comunitarios sustentables y solidarios (Dr. Pablo Guerra/2014) abarcadora con amplias oportunidades de encadenamiento para otros sectores de la economía pluralista,  en distintas áreas geográficas y donde personas de múltiples destrezas tengan oportunidad de colaborar.

La economía solidaria comprende una serie de nichos, que representan las diferentes áreas de oportunidad en las que Puerto Rico puede lograr maximizar su impacto económico. Para desarrollar una economía solidaria fuerte, es necesario identificar y conocer bien los emprendimiento comunitarios grandes y pequeños y en qué etapa están (gestación o incubación o implantación) en cada uno de clústeres temáticos y crear vínculos fuertes entre ellos para que operen como ecosistema y puedan atender adecuadamente las distintas necesidades locales y globales.

Estos Clústeres deben estar basados en el Factor C (Dr. Luis Razeto/2015) - Colaboración, Cooperación, Coordinación, Comunicación, Comunidad, Comunión - y requieren la confección de redes y plataformas tecnológicas que facilitarán a locales y los globales el acceso a la información de productos y servicios,  localización, transporte, costo, fecha de eventos, etc.  Además permite a los emprendimientos aprovechar las economías de escala en temas como distribución, mercadeo, ventas, la calendarización, localización, la creación de productos y servicios personalizados, y la coordinación de la logística para diseñar esfuerzos promocionales glocales (perspectiva global y acción local) que expongan nuestros productos y servicios únicos y transformadores.

¿Existe algún ejemplo de lo mencionado anterior mente?,  La respuesta es sí, Vitrina Solidaria es una empresa social de desarrollo sustentable y economía solidaria que impulsa microempresas y emprendimientos sociales para alcanzar  éxito en el mercado, aportando así a la prosperidad de Puerto Rico.  Vitrina enaltece la mejor producción artesanal y promueve la igualdad de oportunidades a emprendedores a través de actividades de formación y acompañamiento; un canal de ventas virtual; y campañas educativas para el consumo responsable.

Vitrina solidaria está basada en los principios y valores de la economía solidaria.  Establece y mantiene estándares de calidad, de  mejoramiento, de  monitoreo de la producción solidaria de los microempresarios y  de los emprendimientos comunitarios que se integra por clúster temático con retroalimentación, adiestramiento, acompañamiento presencial y virtual, y otros servicios para optimizar los productos y servicios solidarios.

Vitrina mantiene vínculos con la academia, la banca y otras fuentes de capital, con entidades y gremios nacionales, regionales e internacionales y con el gobierno para coordinar los desfases entre la oferta y la demanda con el desarrollo de los factores empresariales (Dr. Luis Razeto/2015) – trabajo,  medios materiales, gestión, tecnología, financiamiento, C. – y la política pública adecuada.

Para concluir retomo la pregunta inicial. ¿Cómo puede Puerto Rico potenciar sus principales activos para lograr la mirada del mundo? Puerto Rico potencia sus activos promoviendo y fortaleciendo  la economía solidaria y dando las herramientas adecuadas a los microempresarios y emprendimientos comunitario sustentables y solidarios.

Una visión solidaria para Puerto Rico

Por Héctor Cortés, Miembro Fundador.

La Visión nos permite proyectar que queremos en el futuro, cuando nos perdemos regresamos a ella para encaminarnos de nuevo a ese futuro que deseamos. Puerto Rico necesita fortalecer urgentemente la solidaridad como componente esencial de la nueva prosperidad.  ¿Qué deseo para Puerto Rico? Los principios y valores de la economía solidaria. Les propongo mi visión solidaria como un punto de partida para soñar ese futuro que deseamos de felicidad y prosperidad para Puerto Rico.

Un Puerto Rico glocal (perspectiva global y acción local) que se valora, conserva, defiende, promueve y se beneficia espiritual, social y económicamente de la  (comercio justo, productos solidarios y consumo responsable) solidaridad.

Un Puerto Rico donde hay un vigoroso comercio justo por la amplia demanda de productos y servicios solidarios de accesibilidad para todos mediante variadas industrias de productos artesanales, empresas sociales y mercados solidarios.

Un Puerto Rico dónde sus instituciones y programas respaldan proyectos en instalaciones urbanas y áreas naturales de emprendimientos comunitarios sustentables y solidarias;

Un Puerto Rico donde su producción local es solidaria  (madera, cuero, barro, tejido, ecológica, agro, entre otros) son de reconocida calidad y cuenta con vías efectivas de distribución local e internacional; Y en los medios de comunicación masivos y virtuales se estimula el consumo responsable.

Un Puerto Rico donde afirmamos y compartimos valores de respeto e inclusión de las comunidades para que tengan la oportunidad de ser productividad y de prosperar; respeto a la dignidad y los derechos humanos como reflejo y apoyo del desarrollo integral individual y colectiva para el disfrute de la vida; y respeto a la naturaleza y al ambiente para que potencie el desarrollo sustentable y solidario del patrimonio nacional.

Un Puerto Rico donde su patrimonio natural, de belleza escénica, cultural y el talento se aprovechan para constituirnos en uno de los centros importantes de producción y distribución de  productos y servicios sustentables y solidarios en la región y en el hemisferio.

Vitrina Solidaria es una empresa social sin fines de lucro en la cual yo colaboro, que sus principios y valores están basados en la economía solidaria. Su propósito es promover y fomentar la economía solidaria, fortalecer la microempresas, apoyar emprendimientos comunitario sustentables y solidarios, y educar sobre el consumo responsable y a través de un  canal de ventas virtual concientizar y propiciar el consumo de productos nativos solidarios.

Orígenes de Vitrina Solidaria

Por: Vannessa Piñeiro y Héctor Cortés

Hoy regresamos felices a escribir en un Blog; Estamos a punto de lanzar nuestro siguiente emprendimiento de vida junto a un grupo de amigos, Vitrina Solidaria.  Entre todos, tenemos sobre 150 años dedicados al desarrollo comunitario y otros menesteres.  Vitrina Solidaria es la fusión de la teoría y la calle.  Nace de la inquietud de repensar las estrategias de desarrollo socioeconómico y de la necesidad de integrar una amplia gama de conocimientos y experiencias adquiridas a lo largo de los años.  En particular, para nosotros, Vitrina es el deseo de aportar a un Puerto Rico más próspero, justo y solidario como legado para nuestros hijos Sebastián Darío y Diego Esteban quienes representan la nueva generación de Puertorriqueños.

Comenzamos construyendo la vértebra del proyecto, la declaración de propósito. Con mucho cuidado, esmero y dedicación trabajamos la visión, misión, principios y valores.  Imaginamos, soñamos el futuro del emprendimiento. Desarrollamos tres misiones (social, económica, ecológica) recogidas en una.  Nos adherimos y apostamos al modelo y los valores de la economía solidaria. Culminamos con un plan para que sea una empresa social viable, escalable, sustentable y solidaria, que no duplicara esfuerzos y que fuera complementaria a los excelentes trabajos que se están realizando para fomentar y desarrollar la economía solidaria de este país.

De la idea a la implantación de Vitrina Solidaria nos tomó cerca de dos años.  Compartimos con pares, organizaciones de desarrollo económico, la academia y gurús de emprenderismo comunitario. Para nuestra grata sorpresa todos se entusiasmaron con el proyecto, aportaron al concepto y se podían ver colaborando con Vitrina Solidaria. Ahora muchos de los consultados son miembros de la junta de directores, colaboradores, aliados, socios o auspiciadores.  Agradecemos el desprendimiento y esfuerzo de aquellos que apostaron a este novel proyecto. Cabe destacar en particular el gran apoyo que nos ha dado el Centro de Vinculación Comunitaria, profesores y estudiantes de la Universidad Sagrado Corazón.

Vitrina Solidaria está construida con una mirada Glocal (perspectiva global y acción local) para fomentar la economía solidaria y potenciar microempresas y emprendimientos sociales. Vanguardistamente está en un espacio virtual para mejorar, enaltecer y exhibir productos y servicios del pequeño productor tras el cristal de los móviles o de las computadoras. Físicamente está ubicada en un espacio que propicia la colaboración y la innovación social. Desde allí apoyamos de primera mano para que los emprendimientos solidarios de la isla se conviertan en unos innovadores, pertinentes y prósperos. Hoy esta empresa social es el escaparate, vitrina que expone el desarrollo sustentable y solidario en Puerto Rico ante la vista del mundo.  Vitrina Solidaria es el poder del negocio al servicio de la comunidad. En Vitrina Solidaria, Encuentras lo Tuyo.

Nace el Escaparate Comunitario

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Por: Edwin Arana

Diez días, si, diez días desde que recibí mi regalo de Navidad. Pero no es un regalo cualquiera, no vino envuelto en papel de regalos y no lo entregó Papá Noel, Santa Claus, San Nicolás, o como quieras llamarle, en su trineo alado por venados, dirigidos por Rodolfo. Este regalo, mi regalo, vino de la mano de muchos colaboradores y amigos. Amigos enfocados en una meta común, en fin, vino de parte de una gran familia solidaria. Hoy lunes 29 de diciembre se cumple exactamente una décima de días desde que abrió operaciones el Centro de Colaboración e Innovación Social de Puerto Rico ubicado en el edificio sede de la Fundación Banco Popular de Puerto Rico.

Si, sé que te estas preguntando qué relación tiene esto con mi regalo de Navidad, más aún cuando Navidad fue el jueves pasado. Pues les cuento, lo considero mi regalo, porque al fin contamos con un espacio donde las organizaciones sin fines de lucro tendrán la oportunidad de crear, desarrollar y emprender proyectos juntos en pro del desarrollo de nuestro país, Puerto Rico.

Hoy en día, hablamos, oímos y vemos como se resaltan las cosas negativas de nuestra tierra; sin embargo, por otro lado surgen todos los días iniciativas para echar a PR para adelante. Iniciativas que redundaran en un mejor mañana para la generación que va creciendo; y me siento feliz porque junto a un excelente equipo de trabajo estamos haciendo que esto suceda. No mañana, sino hoy.

Once organizaciones no gubernamentales se han establecido bajo la sombrilla de la Fundación Banco Popular; y juntos somos una amalgama de diversas alternativas para lograr un cambio real, social, educativo y económico. Somos cual arcoíris que con sus diversos colores conforma uno de los más exquisitos fenómenos que nos brinda la luz. Y así mismo, somos una luz de cambio, dirección y guía para otros.

En mi caso, aportamos por medio de Vitrina Solidaria, una organización sin fines de lucro que se dedica a educar, estimular y apoyar a las microempresas para elevarlas a su máxima capacidad y a emplear correctamente los recursos que aseguren su prosperidad y éxito en el mercado.

El cambio viene desde adentro, y necesita el respaldo de todos. Tenemos grandes empresarios en nuestra isla que día a día aportan para hacer la diferencia. Es momento de apoyar lo nuestro, no de palabra sino de acción. Seamos fuente de inspiración para generar ideas y proyectos donde obtengamos un cambio real. Somos gente de grandes valores, grandes ideas; y sobretodo de grandes pasiones. Usemos todo esto en pro de nuestro bienestar, seamos solidarios los unos con los otros; porque donde está la diversidad, el deseo y el impulso se logran grandes cosas.

Te invito a unirte a nuestro blog titulado: Escaparate Comunitario, un espacio transparente y accesible donde propulsaremos la educación, el apoyo y la exportación. Un espacio enfocado glocalmente (global y local) en dar a conocer lo nuestro.

Por eso, mi regalo de Navidad, lo recibí el pasado viernes 19 de diciembre, por adelantado. Recuerda, en Vitrina Solidaria, encuentras lo tuyo.

Un abrazo solidario,

Edwin