¿Alguna vez has escuchado sobre el término “glocalización”? Es como “globalización” pero con “c”. Pues te cuento que este término se origina en Japón, en la década de los 80, dentro de las prácticas comerciales. Es la mezcla de “globalización” y “localización”. El concepto procede del término japonés “dochakuka”= el que vive en su propia tierra. El primer autor que habla explícitamente sobre este tema es Roland Robertson. Queremos hablar sobre el tema ya que es uno de nuestros valores como organización, pensamos globalmente y lo aplicamos localmente.
Primero, entendamos lo que es “globalización”. Este término se refiere a la integración de varias sociedades y sus aspectos económicos, cultural, político, en un único mercado capitalista mundial, demás de la relación de fuerzas entre países desarrollados y en desarrollo. La RAE lo define como “la tendencia e los mercados y las empresas a extenderse alcanzando una dimensión mundial que sobrepasa las fronteras nacionales”. De esto cabe aclarar que actualmente el término no solo se refiere a estas definiciones sino que además de el aspecto económico, se refiere a la apertura de fronteras, mundialmente, en cuanto a la cultura de las sociedades, tecnologías, alcance a la información y la creación de culturas híbridas.
Glocalización se refiere a “pensar globalmente y actual localmente” y se aplica a cualquier persona, grupo o comunidad. La glocalización se trata de adaptarse a cierto entorno de características específicas, globalmente, pero diferenciándose de los demás utilizando particularidades de lo “local”. Ya que la globalización ha traído algunos problemas de desigualdad entre sociedades y al interior de las mismas, como parte de las soluciones a ese problema, la glocalización ayuda a trabajar con la globalización, pero haciendo ajustes localmente.
Este concepto es aplicable a toda empresa que quiera extender su mercado local a uno internacional. Incluyendo en esto a esos pequeños y medianos comerciantes que están viendo oportunidades para expandir sus fronteras. Es importante que dentro de este esfuerzo por globalizar, no se deje a un lado la preocupación por lo que ocurre en el entorno inmediato.
Así que si planeas ingresar en el mercado global, ten muy en cuenta que no debes olvidar el entorno inmediato y las necesidades que tienen. Si por el contrario, te quieres mantener en el mercado local, recuerda pensar globalmente, para que poco a poco vayas abriendo esas puertas e incursionando nuevos modelos y visiones a tu empresa.